Inteligencia Emocional
"La inteligencia emocional es la capacidad de usar adecuadamente una gama de emociones para establecer relaciones saludables, alcanzar metas y lograr felicidad.", Daniel Goleman.
Escuchamos en muchas ocasiones la importancia de tener una alta Inteligencia Emocional para poder actuar adecuadamente en la vida diaria, conseguir unas relaciones interpersonales saludables y alcanza el bienestar como persona que todos deseamos, que en definitiva, nos lleva a la deseada felicidad...
.... pero, ¿qué significa realmente tener Inteligencia Emocional?
Una persona con inteligencia emocional se caracteriza por poseer una buena capacidad para reconocer, comprender y gestionar las propias emociones, así como las emociones de los demás. Esta capacidad fue popularizada por el psicólogo Daniel Goleman en la década de los 90' y desde entonces, se ha considerado como una habilidad crucial para el éxito tanto personal, académico, como laboral. Dicha habilidad no puede ir separada de otros rasgos que configuran la personalidad de la persona, tales como el optimismo, la motivación, la persistencia, la empatía, etc. pues forman un conjunto integral por el cuál, se acaba desarrollando dicha inteligencia.
¿Esta capacidad emocional puede ser aprendida o una persona con baja Inteligencia Emocional puede nunca desarrollarla?
A diferencia del Coeficiente Intelectual, el cual, es una capacidad innata, la inteligencia emocional sí puede aprenderse y mejorar para poder llegar a desarrollarla adecuadamente. Al hacerlo podemos cultivar habilidades como la autoconciencia, la autoregulación, la empatía y las relaciones sociales, con lo que permite enfrentarnos a situaciones emocionales y sociales de una manera más efectiva y satisfactoria.
¿Porque es importante aprender a adquirir una buena Inteligencia Emocional en edad temprana?
Aprender una buena inteligencia emocional en la niñez, ayudará a establecer unas bases para el adecuado desarrollo emocional, cognitivo y social que se mantendrán para el resto de la vida. Por esta razón, es importante empezar lo antes posible, para facilitar así, la adquisición de herramientas necesarias para ello.
Bases que aportará una buena Inteligencia Emocional desde la infancia hasta la madurez:
- Un desarrollo emocional saludable: durante la infancia, los niños empiezan a experimentar una amplia gama de emociones, aprender a identificarlas y a expresar sus sentimientos. Aprender en edad temprana a comprender y gestionar las emociones de manera adecuada, promocionará un desarrollo emocional saludable que ayudará a gestionar mejor las diferentes situaciones que se presentaran en las siguientes etapas de su vida.
- Autoconocimiento y autoestima: aprender a identificar, nombrar y entender las emociones propias desde la infancia fomenta a desarrollar una mayor confianza en sí mismos y a crear una identidad sólida, con lo que influye positivamente en su bienestar emocional y su capacidad para enfrentarse a desafíos del día a día.
- Manejo y prevención del estrés, ansiedad, problemas de conducta y salud mental: la inteligencia emocional proporciona herramientas de regulación emocional, a identificar las posibles causas del estrés y a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Por esta razón, el hecho de comprender y saber gestionar sus emociones, actúa como prevención a problemas de comportamientos, depresión y ansiedad, por lo que son menos propensos a experimentar posibles problemas de salud mental. Estas habilidades son fundamentales para mantener el equilibrio emocional al largo de la vida.
- Habilidades sociales: la inteligencia emocional implica además de comprender las propias emociones, también comprender las emociones de los demás. A medida que los niños van aprendiendo esta inteligencia, van mejorando sus habilidades sociales, tales como la empatía, la comunicación efectiva, la colaboración y la resolución de problemas. Dichas habilidades son fundamentales para establecer relaciones positivas y duraderas en la vida.
- Éxito académico y personal: el aprendizaje en saber manejar bien las emociones y relaciones, ayuda a los niños y niñas a resolver problemas de forma adecuada, trabajar en equipo y comunicarse de manera clara, lo que contribuye a tener un buen rendimiento académico y una mayor capacidad de adaptarse a entornos escolares y sociales, facilitando el éxito personal y profesional en el futuro.
"En el mejor de los casos, el CI parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito", Daniel Goleman.